A pesar de las crecientes críticas sobre el uso de esos agentes químicos en acciones represivas, las agencias de aplicación de la ley se negaron a revelar exactamente lo que están rociando a los manifestantes, añade el rotativo.
Durante las demostraciones pacíficas en Brooklyn Center por el asesinato del joven afroamericano Daunte Wright en abril a manos de la oficial Kimberly Potter, a algunos manifestantes les dispararon con balas de goma y les lanzaron latas de gases lacrimógenos.
En respuesta, el Ayuntamiento de Brooklyn Center rápidamente prohibió las armas químicas y el alcalde Mike Elliott criticó públicamente su uso.
Sin embargo, en una carta al alguacil del condado de Hennepin, Elliott solicitó el apoyo continuo de las agencias de aplicación de la ley para evitar incidentes de este tipo.
Más allá de los efectos incapacitantes e inmediatos del gas lacrimógeno, los investigadores médicos sospechan que los productos químicos pueden causar daños a la salud a largo plazo.
Las agencias policiales justifican su accionar en este sentido y argumentan que los gases lacrimógenos y otras técnicas menos letales son un sustituto de una respuesta más violenta en una situación caótica.
‘La alternativa a las municiones químicas sería la fuerza física’, incluidos golpes de bastón, patadas y puñetazos, dijo Andy Skoogman, portavoz del alguacil del condado de Hennepin, David Hutchinson.
Una revisión de los registros de Hennepin Healthcare encontró 89 visitas a la sala de emergencias, incluidas siete personas golpeadas directamente por botes de gas lacrimógeno, 10 personas golpeadas en el ojo y tres ciegas en las últimas semanas.
Los ayuntamientos de Brooklyn Center y de Minneapolis aprobaron sendas resoluciones la semana pasada para prohibir las balas recubiertas de goma y los gases lacrimógenos contra los manifestantes, pero según Star Tribune, los hechos se repiten.
Organizaciones sindicales, estudiantes y activistas de los derechos civiles en Minneapolis protestaron en la tarde de ayer para pedir que se presentaran cargos más graves contra Potter la exoficial acusada de homicidio en segundo grado por disparar contra Wright.
La multitud marchó varios kilómetros hasta el Departamento de Policía, donde la madre de la víctima, Katie Wright, encabezó a los manifestantes para gritar el nombre de su hijo, lo que motivó el cierre del tráfico en toda la zona.
Si es declarada culpable, Potter enfrenta unos 10 años de prisión y una multa de hasta 20 mil dólares.
La acusada hizo su primera aparición en la corte de forma virtual el 15 de abril, durante la cual se le informó sobre los términos de su acuerdo de fianza y su próxima comparecencia en el tribunal estaba programada para el 17 de mayo.
ga/rgh/gdc