Millones de británicos están convocados este jueves a elegir a más de cinco mil concejales en 143 ayuntamientos, 13 alcaldes, incluido el de Londres, dos parlamentos regionales (Gales y Escocia), 39 comisionados de policía y al nuevo representante del distrito inglés de Hartlepool en la Cámara de los Comunes.
Aunque sin el peso de unos comicios generales, el ‘Súper Jueves’ como lo calificó la prensa local, es visto como una prueba de fuego para Starmer, quien asumió el liderazgo del laborismo británico en abril de 2019, cuatro meses después de que esa organización encajó su peor derrota desde 1935.
Es por ello que todas las miradas estarán puestas en Hartlepool, un pueblo costero de Inglaterra donde se elegirá al sustituto del legislador laborista Mike Hill, quien renunció a su asiento en el Parlamento británico tras recibir acusaciones de acoso sexual.
El tradicional bastión laborista podría pasar, sin embargo, a manos del gobernante Partido Conservador, a juzgar por las encuestas pre-electorales, que dan una ventaja de 17 puntos a los correligionarios de Johnson.
Ante la posibilidad de encajar su primera derrota, Starmer aseguró que asumirá plena responsabilidad cualquiera que sea el resultado, y admitió que los laboristas tienen un gran obstáculo por delante.
Mi trabajo es garantizar que podamos avanzar desde donde estábamos en diciembre de 2019 hacia una posición que nos permita ganar las próximas elecciones generales, y estoy decidido a conseguirlo, afirmó.
Además de la puja entre laboristas y conservadores por el curul de Hartlepool, también existe interés por conocer si el Partido Nacional Escocés (SNP) logra finalmente ganar la mayoría de los 129 asientos en disputa en el Parlamento regional.
Una victoria del SNP le permitiría a Sturgeon redoblar sus presiones sobre el gobierno central británico para que autorice la celebración de otro referendo sobre la independencia de Escocia.
Londres considera que el resultado de la consulta realizada en 2014, cuando el 55 por ciento de los escoceses votó a favor de seguir siendo parte del Reino Unido, fue definitorio, y no se repetirá en esta generación.
Los independentistas alegan, sin embargo, que el Brexit trastocó el escenario político, pues la mayoría de los escoceses optaron por continuar dentro de la Unión Europea en la consulta de 2016.
En declaraciones a la prensa este miércoles, Johnson tachó, además, de irresponsables los llamados a otro referendo independentista en momentos en toda la nación británica está inmersa en la lucha contra la pandemia de Covid-19.
mem/nm