El mandatario de este país ibérico, Antonio Costa, quien encabeza la presidencia pro témpore del bloque integracionista hasta fines de junio, destacó en enero que implementar esas acciones ‘es la mejor vacuna contra las desigualdades y el miedo’.
La cita trascurrirá de manera presencial aunque líderes como la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro holandés Mark Rutte renunciaron a acudir y participarán a distancia debido a la situación sanitaria.
El escenario regional muestra a 27 naciones marcadas por profundas diferencias en el tema económico pero urgidos de encontrar estrategias comunes para enfrentar la crisis agudizada por el impacto de la Covid-19.
En declaraciones a medios de prensa acreditados, el comisario europeo de Empleo, Nicolas Schmit, manifestó su esperanza en que de la cita emane ‘un fuerte mensaje político sobre el aspecto social’.
De su lado el secretario general de la Confederación Continental de Sindicatos, Luca Visentini, abogó por desestimar las ‘malas recetas’ en el ámbito económico. Hay que acabar con la austeridad, declaró.
Este cónclave puede marcar un hito si todo el mundo se compromete con ese objetivo, aseguró.
Los dirigentes de los 27 países miembros de la UE prevén aprobar un ‘plan de acción’ presentado a principios de marzo.
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