Los religiosos que este jueves realizaron ceremonias de agradecimiento tras la liberación de cinco sacerdotes, dos monjas y tres familiares, plagiados el pasado 11 de abril, alertaron sobre el incremento de estos casos que afectan a todos los estratos sociales, e incluso a ciudadanos extranjeros.
La Conferencia de Obispos Católicos expresó su gratitud a todos aquellos que mostraron solidaridad y se unieron a las convocatorias de paro de la Iglesia, como llamado de atención al Gobierno sobre la situación del país.
Además de los religiosos y laicos, otras 80 personas fueron raptadas durante el mes de abril para exigir rescate, un fenómeno que se disparó mientras el país se encamina a votar una nueva Constitución y celebrar elecciones generales.
El Centro de Análisis e Investigación en Derechos Humanos (Cardh), reveló esta semana que las zonas más afectadas son la capital y sus alrededores, mientras el centro de Puerto Príncipe registra la mayor tasa de plagios del país.
Organizaciones sociales critican la inacción de las autoridades ante estos hechos, y los escasos resultados de las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar el fenómeno.
Este jueves, Jeunesse Montante (Juventud en ascenso) deploró el auge de la inseguridad, y cuestionó a las autoridades que impulsan el referendo constitucional y las elecciones generales sin establecer el clima de paz.
Por su parte, el primer ministro interino, Claude Joseph, relacionó los secuestros con la dimensión política, y criticó a los supuestos autores intelectuales de los cuales aseguró no serían capaces de tomar el poder por las urnas.
Mientras tanto, el Cardh reportó desde inicios de año casi 250 raptos, el doble de los registrados en igual periodo de 2020, y particularmente en abril último los casos triplicaron en correspondencia con el mes precedente.
Organismos internacionales como Naciones Unidas denunciaron la impunidad casi total que beneficia a las bandas armadas en el país, y alentaron al Gobierno a llevar a los autores de crímenes ante la justicia.
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