Entre otros destinos, Braithwaite voló a Noruega, Italia, Grecia, Japón e India, así como varios traslados a Hawái y un vuelo de más de 24 mil dólares para asistir junto con su familia a un partido de fútbol entre el Ejército y la Marina.
Durante ese período, el funcionario viajó a 22 destinos, incluso cuando las salidas al exterior de la mayoría de los altos funcionarios estadounidenses estaban suspendidas para evitar la propagación del virus del SARS-CoV-2 entre los miembros del servicio, dijeron a USA Today dos directivos del Departamento de Defensa.
El rotativo informó que Braithwaite, quien juró el cargo en mayo pasado y renunció cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo el 20 de enero, viajó a más lugares extranjeros y nacionales que cualquier otro civil de alto rango del Pentágono.
Entre los periplos del exfuncionario estuvo una excursión que costó 232 mil dólares en enero a la isla de Wake, en el Pacífico Sur, para grabar un mensaje de despedida a la Armada y el Cuerpo de Infantería de Marina.
El lugar constituye esencialmente una parada de reabastecimiento de combustible y una pista de aterrizaje de emergencia, a miles de kilómetros de Hawai, donde no hay marineros ni ‘marines’ estacionados, dijo el portavoz de la Marina, el capitán Jereal Dorsey, al periódico.
Braithwaite defendió sus viajes en declaraciones a USA Today, alegando que eran necesarios para fortalecer a la Armada después de crisis recientes, probablemente aludiendo al escándalo que rodea al brote de coronavirus a bordo del portaaviones USS Theodore Roosevelt.
Braithwaite, un almirante retirado, se desempeñó anteriormente como embajador de Estados Unidos en Noruega desde 2018, antes de convertirse en secretario de la Marina.
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