Según el grupo de trabajo de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), esa situación se agravará entre mayo y julio, y la cifra de afectados representará el 60 por ciento de la población del país.
En un informe publicado este lunes el equipo reveló que entre los principales causantes de esa inseguridad también se halla la crisis macroeconómica prolongada.
De los 7,2 millones de personas amenazadas, se estima que unas 108 mil sufran una situación crítica de déficit de víveres y que el condado de Pibor –en la región este suusudanesa- enfrente una ‘probable hambruna’, según la clasificación de organismos humanitarios.
Asimismo, el documento añade que alrededor de 1,4 millones de niños menores de cinco años podrían padecer desnutrición aguda este año.
A la IGAD, un esquema de integración de África oriental,le preocupa que pese a los pronósticos alimentarios y de malnutrición respecto a Sudán del Sur, la respuesta internacional de los donantes continá en gran medida sin registrar fondos financieros. Este Estado africano trata de erradicar las secuelas de una guerra civil que desde 2013 hasta el 2018 afectó su estructura económica, principalmente la producción petrolera y la del sector agrícola.
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