Eduardo Rodríguez, fiscal de drogas de Colón y Kuna Yala, informó que en esta última operación, el Servicio Nacional Aeronaval persiguió a una lancha rápida del tipo Go Fast, de 36 pies de largo y dos motores fuera de borda de 300 caballos de fuerza, en el extremo oriental del Caribe panameño.
Los tripulantes encallaron la nave en la costa, la abandonaron y huyeron a través de la vegetación sin que hasta el momento fueran capturados, mientras a bordo las autoridades encontraron 63 bultos que contenían mil 601 paquetes de droga, según Rodríguez.
El archipiélago de la Comarca indígena y las costas de Colón se convirtieron en ruta preferida por el narcotráfico, que generó una ola de violencia en la norteña urbe con más de medio centenar de asesinatos en el actual año, además, las autoridades detuvieron a unas 120 personas acusados de tales delitos.
Los traficantes utilizan los puertos como vía de movimiento de los estupefacientes y en menor medida los transportan por tierra a través de Centroamérica en su ruta a Estados Unidos, que es el destino final, según la fuente.
Fuertes operativos recientes contra pandillas en Panamá, muestra la reacción de la fuerza pública bajo el principio de tolerancia cero proclamado por estamentos locales de seguridad ante ola de crímenes.
‘No nos temblará la mano para colocarle las esposas y enviar tras las rejas a aquel que infrinja la ley’, expresó Pino a mediados de abril, al referirse a las acciones contra cabecillas de ‘Bagdad’, una poderosa banda delictiva y algunos miembros de la autodenominada pandilla ‘Niños Homicidas’.
El titular aseguró que no solo están combatiendo al narcotráfico y al crimen organizado transnacional, sino también se planifican operaciones locales planificadas, organizadas y coordinadas adecuadamente, a fin de dar con la captura de aquellas personas que transgreden la ley.
Los cuerpos panameños de seguridad capturaron 84,87 toneladas de drogas en 2020, principalmente cocaína, en su mayoría en aguas jurisdiccionales del Mar Caribe que se convirtió en la ruta preferida de los narcotraficantes internacionales, según el Ministerio Público.
Panamá es utilizado por redes trasnacionales del crimen organizado como tránsito para mover la droga que se produce en el sur del continente y tiene como principal destino Estados Unidos, el mayor consumidor de cocaína del mundo, y también a Europa.
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