Citada íntegramente por el portal de noticias Brasil 247, en la plática el exgobernante precisó que participaría en las justas comiciales ‘si estoy el mejor colocado para ganar las presidenciales y tengo buena salud’.
Al respecto, aseguró que, incluso vacunado contra la Covid-19, ‘sigo cuidándome. Evito las aglomeraciones, sigo usando mascarilla y utilizo alcohol en gel siempre que es necesario. Ya ves que quien más me quiere soy yo mismo’.
Seré candidato contra el mandatario Jair Bolsonaro, confirmó el fundador del Partido de los Trabajadores.
Estimó que fue un buen presidente y ‘tejí sólidos lazos con Europa, Sudamérica, África, Estados Unidos, China, Rusia. Durante mi mandato, Brasil se convirtió en un actor mundial de envergadura en la escena mundial’, señaló.
Lo anterior, detalló, para ‘crear puentes entre América del Sur, África y los países árabes, con el objetivo de establecer y reforzar una relación Sur-Sur y demostrar que el predominio geopolítico del Norte no era inexorable’.
En marzo, el exdirigente sindical metalúrgico recuperó sus derechos políticos cuando el Supremo Tribunal Federal derogó cuatro juicios que cursaban contra él en tribunales de la sureña ciudad de Curitiba por un conflicto de competencias.
Tras la invalidez de las sentencias, Lula también recobró su posibilidad de presentarse en la carrera por el poder el próximo año.
Acerca del exjuez Sérgio Moro, quien emprendió contra él una persecución política y judicial, Lula señaló que le dijo: ‘Está usted condenado a condenarme porque la mentira ha llegado demasiado lejos y no tiene vuelta atrás’.
Esta mentira implicó realmente a un juez, a los fiscales y a los principales medios de comunicación del país, que me condenaron incluso antes de ser juzgado, apuntó.
Lo que no sabían, prosiguió, ‘es que estoy dispuesto a luchar hasta el último aliento para demostrar que se unieron para impedirme ir a las elecciones’ de 2018.
Según una encuesta publicada la semana por el Instituto Datafolha, Lula obtendría un 41 por ciento de las intenciones de voto en la primera vuelta de los comicios presidenciales y se impondría en la segunda ronda con el 55 por ciento frente a Bolsonaro (32).
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