Según informó el ministerio de Defensa, la monarca de 95 años recorrió el Queen Elizabeth II anclado en la base naval de Portsmouth, en la costa sur de Inglaterra, y deseó éxitos a la tripulación en su misión.
El nuevo buque insignia de la Marina Real, de 65 mil toneladas de desplazamiento, largará amarras este sábado al frente de una flota de guerra integrada por dos destructores, dos fragatas, un submarino armado con misiles nucleares, dos barcos de apoyo, 32 aviones y tres mil 700 efectivos militares.
La flota británica, considerada la mayor concentración de fuerzas navales y aéreas que sale del país desde la guerra de Las Malvinas en 1982, tiene previsto tocar puerto en 40 países, entre ellos India, Japón, Corea del Sur y Singapur, durante un recorrido de 26 mil millas náuticas.
De acuerdo con las autoridades castrenses, la flota navegará por los mares Mediterráneo y Negro, donde participará en maniobras navales con otros miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, antes de dirigirse hacia los océanos Índico y Pacífico, incluido el disputado mar de China meridional.
Durante una visita la víspera al portaaviones de quinta generación, el primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró que la flota promoverá los valores del Reino Unido y su poderío militar.
Una de las cosas que queremos dejar claro a nuestros amigos en China es que creemos en la ley de mar internacional, y ratificaremos ese punto de vista de una forma determinante, aunque no confrontativa, afirmó el gobernante conservador.
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