En esa oportunidad, se trato de un cierre total prolongado por varios meses y que paralizó la vida de esta isla del Caribe de 3,2 millones de habitantes, lo cual tuvo un efecto positivo inicial en contener la propagación de la Covid-19 causada por el patógeno.
El mayor escollo enfrentado por Puerto Rico fue la imposibilidad de cerrar sus aeropuertos, pues por estar sometido al dominio de Estados Unidos desde hace casi 122 años es un asunto de jurisdicción federal.
Ahora, al entrar en vigor la nueva orden ejecutiva emitida por el gobernante Pedro R. Pierluisi, quien asumió en enero pasado, queda sin efecto el toque de queda, al tiempo que se relajan otras restricciones y el gobierno se apresta a normalizar su operación con el trabajo presencial.
La medida emitida por Pierluisi contiene un relajamiento de las medidas a partir de este lunes y se prolongará hasta el 6 de junio, según el anuncio original, en momentos en que el país supera las dos mil 450 muertes por Covid-19.
Además de eliminar el toque de queda, un escenario nunca vivido por generaciones de puertorriqueños por más de 50 años, la medida elimina el 30 por ciento de ocupación en las instalaciones gubernamentales que avanzan a su reapertura plena.
A la vez, los establecimientos comerciales y restaurantes podrán operar de 05:00, hora local, hasta la medianoche, después de 14 meses maniatados, y se aumenta al 50 por ciento la capacidad de los establecimientos comerciales y teatros, entre otros.
Igualmente, se autoriza a operar a los coliseos con capacidad del 30 por ciento y prueba de Covid-19 a los asistentes, excepto aquellos que evidencien estar vacunados con las dosis requeridas.
Se elimina la obligación del uso de mascarillas en playas, parques y espacios de ejercicio, mientras se aumenta a 50 por ciento la capacidad de uso de las piscinas.
‘Hemos sido conservadores y ha dado resultados, pero tenemos que ir abriendo poco a poco’, dijo el gobernante sobre los cambios que ahora entran en vigor.
Aclaró que la orden ejecutiva es por dos semanas, porque en la medida que los indicadores se mantengan hará cambios adicionales, lo cual podría significar que el próximo decreto ampliará el escenario y será de mayor duración.
Las nuevas medidas responden, además, a las presiones que ejercen los sectores económicos del país ante la parálisis provocada por la pandemia.
El ministro de Salud Carlos Mellado informó que el 41 por ciento de la población está vacunado completamente, mientras el 39 por ciento solo ha recibido una dosis.
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