Según la versión oficial, el sargento primero Francisco Benavides, de 42 años, falleció en el hospital momentos después de recibir un disparo en el pecho mientras realizaba sus labores en la zona de Curaco, en la comuna de Collipulli.
El uniformado viajaba en un blindado que fue atacado por desconocidos cuando participaba junto a personal de la Segunda Comisaría de Control de Orden Público de Pailahueque, en el despeje de una ruta que había sido bloqueada con troncos de árboles en varios tramos.
Sobre el suceso, el ministro vocero del Gobierno, Jaime Bellolio, expresó la condena de las autoridades ‘frente a este hecho tan lamentable, tan violento’.
Bellolio sostuvo que el establecimiento del orden en ese territorio ‘es una tarea de Estado, no es una tarea únicamente del Gobierno; tiene que ver con que no haya violencia en ninguna parte del país, que no se normalice la violencia, en que no se justifique la misma’.
Por su parte, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, se trasladó de urgencia a La Araucanía, y antes de viajar declaró a los medios que la muerte del carabinero fue resultado de ‘un hecho organizado’ y puntualizó que la única acción posible es encontrar a los autores.
Insistió en que en el enfrentamiento a la violencia deben ‘involucrarse todos los organismos del Estado’
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