Altos oficiales de las fuerzas armadas informaron al rotativo neoyorquino la intención del Pentágono de que dichas agrupaciones bélicas, junto con las del resto de la OTAN, adelanten su salida de la nación asiática, a pesar de los problemas de seguridad aún no resueltos.
Pero este cambio deja a Estados Unidos lidiando con enormes problemas pendientes, que los funcionarios pensaban tendrían más tiempo para resolver, entre otras cómo combatir las amenazas terroristas de Al Qaeda y otros grupos extremistas desde lejos tras la salida de las tropas.
El Times destaca además que los altos funcionarios del Departamento de Defensa tampoco obtuvieron un acuerdo de los aliados sobre la reubicación de las unidades en otros países cercanos.
‘Retirar fuerzas es en realidad un tipo de operación muy delicada que conlleva riesgos, hay muchas cosas en las que tienen que trabajar antes de que la última persona suba al avión, especialmente cuando hay aliados en tierra que heredan lo que dejamos atrás’, dijo al Times Michèle A. Flournoy, exsubsecretaria de Defensa.
De acuerdo con el artículo, después de que Biden anunciara la retirada total de las tropas de Afganistán, el mando militar norteamericano comenzó a trabajar para asegurarse de que el tiempo entre el anuncio de la retirada y su final fuera lo más breve posible, para evitar bajas que podrían provocar la protesta pública porque las agrupaciones estadounidenses se arriesgan por una causa perdida.
Según el Times, los funcionarios también se dieron cuenta de que no quedaba mucho para sacar físicamente de Afganistán, ya que las administraciones anteriores ya redujeron a tres mil 500 la presencia de tropas.
Expertos citados en artículos anteriores por el Times señalan que la salida de los militares estadounidenses de Afganistán es, en términos militares, una ‘retirada de combate’, en la que un ejército abandona el campo mientras todavía está en contacto con el enemigo.
Dichas unidades dependen para su evacuación de tres pistas de aterrizaje principales controladas por Estados Unidos: Bagram, Jalalabad, Kandahar, lo que hace que su viaje a casa sea aún más peligroso, estiman los especialistas.
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