El segundo fabricante de automóviles de Estados Unidos informó que espera gastar más de 30 mil millones de dólares (cifra superior a los 22 mil millones previstos anteriormente) en la electrificación y en la producción de baterías de litio.
En el país norteño, principal mercado de la Ford, los vehículos eléctricos comprenden apenas el 1,2 por ciento de todas sus ventas.
En estos momentos la corporación comercializa solo un vehículo totalmente eléctrico, el Mustang Mach-E SUV, y anunció que para 2022 tendrá una camioneta pickup íntegramente eléctrica, la F-150, y una camioneta comercial impulsada por batería llamada Transit.
La empresa reiteró su plan para diseñar y producir sus propias baterías con tres tecnologías.
Se trata de baterías de litio-ion que denomina IonBoost; litio-ion fosfato, para vehículos comerciales que se llamará IonBoost Pro; y baterías de estado sólido que se producirán utilizando la tecnología de Ford así como de la empresa Solid Power, en la que tiene una participación.
De esta manera Ford se une a otros fabricantes de automóviles del mundo en el afán de sustituir sus líneas de gasolina por la energía eléctrica, camino tomado por Europa y China a fin de reducir las emisiones de gases contaminantes.
La Ford toma esta decisión en momentos en los mayores emisores corporativos a nivel global están presionados para que establezcan objetivos claros a corto, mediano y largo plazos consistentes con el Acuerdo de París.
Adoptado en 2015 y firmado por 195 países, este convenio tiene como eje central evitar que las temperaturas globales aumenten más de dos grados Celsius, a fin de revertir la actual crisis climática y medio ambiental.
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