Lo anterior lo expresó el jefe de Estado en el acto de conmemoración del 60 aniversario del ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961.
Su acercamiento ideológico le llevó a estrechar la mano a cuantos dictadores conoció y dio refugio a otros tantos, agregó, para precisar posteriormente que ‘esta conmemoración del ajusticiamiento del dictador no solo es acto de reivindicación, es firme convicción para desterrar los males heredados de la dictadora: violencia, corrupción e impunidad’.
Asimismo, Abinader acusó a la dictadura de Trujillo de ceder miles de kilómetros de territorio al vecino Haití en unas negociaciones efectuada para evitar se le diera acogida a disidentes políticos locales en ese territorio.
Además, de llevar a cabo una de las matanzas más atroces en la primera mitad del siglo XX, haciendo referencia a la llamada ‘masacre del perejil’ de 1937, hecho donde las tropas del dictador asesinaron a miles de haitianos residentes en el territorio dominicano, en particular en las fincas agrícolas situadas a lo largo de la frontera entre ambas naciones.
Por último, el presidente manifestó que Trujillo se aprovechó de la bondad del pueblo dominicano, apropiándose del Estado, ‘atacó toda resistencia acallando las voces disidentes y condenó al ostracismo a quienes no quisieron sumarse’.
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