El llamado lo hicieron medios como Suddeutsche Zeitung, NDR y WDR que aseguraron que muchos de los centros podrían haber facturado muchas más pruebas de las que hicieron originalmente.
Como parte de las medidas para el enfrentamiento a la enfermedad, ocasionada por el coronavirus SARS-CoV-2, el gobierno paga a esas instituciones 18 euros por cada prueba de antígenos realizada y que resulta gratuita a los clientes. Sin embargo, las publicaciones indicaron que el sistema invita al fraude en la facturación, ya que no hay control por parte de las autoridades.
Los controles aleatorios en un centro de pruebas de la ciudad de Colonia, por ejemplo, demostraron que en lugar de los 70 test efectuados se facturaron casi mil. Resultados similares se obtuvieron en las ciudades de Essen y Munster.
La comprobación se realiza sobre la compañía MediCan, con 54 locales en 36 ciudades.
El legislador socialdemócrata Carsten Schneider culpó de las irregularidades al ministro de Sanidad Jens Spahn, quien se defendió diciendo que toman en serio las denuncias de fraude.
Spahn sugirió en conversación con la emisora pública ARD que podrían introducirse más controles, pero señaló que los proveedores de servicios están obligados a conservar los registros varios años.
Un escándalo por la sobrefacturación de mascarillas llevó en marzo pasado a la renuncia de un legislador de la gobernante Unión Democratacristiana, de la canciller federal Ángela Merkel.
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