La jueza de garantías Elkis Martínez negó la solicitud por el ‘caso pinchazos’, pero la defensa apeló tal decisión, basado en un tecnicismo del tiempo transcurrido desde la apertura de la causa, donde impugna que la justicia excluyó el período del proceso de extradición desde Estados Unidos a Panamá.
Este fallo consideró ‘improcedente’ la solicitud y esto podría colocar nuevamente a Martinelli en el banquillo de los acusados el próximo 22 de junio, cuando está programada la repetición del juicio, por el que antes un tribunal lo declaró ‘no culpable’, término por primera vez escuchado en los estrados panameños.
‘Aquí lo importante es que la jueza se manifestó de manera muy académica y en ese sentido determinó que la prescripción solicitada por la defensa no era válida’, declaró a la prensa el fiscal de la causa, Aurelio Vásquez, quien aseguró que el Ministerio Público está preparado para la audiencia oral.
Las reacciones de los letrados y el emporio mediático del multimillonario imputado fueron de total rechazo a la decisión, con referencias ofensivas a magistrados y situaciones anteriores del Órgano Judicial, entre otros, el elemento técnico de que hubo ‘acusación’ sin ‘imputación’ cuando el expediente fue juzgado en la Corte Suprema de Justicia.
‘Todo el modelo de gestión del Sistema Penal Acusatorio está sufriendo un colapso por tratar de mantener un juicio a una persona, independientemente de otras defensas, lo básico es que nunca fue llamado a una audiencia por un fiscal para imputarlo frente a un juez de garantías’, dijo su abogado Carlos Carrillo.
Esta causa motivó que el acusado, quien se encontraba prófugo de la justicia panameña, lo capturaran y detuvieran en Estados Unidos para que después de un proceso que duró un año, lo extraditaran encadenado a Panamá, donde estuvo otros 12 meses en prisión preventiva por peligro de fuga.
Al menos otros 11 expedientes penales involucran al expresidente como presunto culpable, entre estos, el caso de sobornos de la constructora Odebrecht por el cual lo llamaran ante los jueces junto a medio centenar de acusados, según trascendió recientemente.
Martinelli y su ‘ejército de abogados’ (una decena) arguyen que, con estos otros casos, violan el principio de ‘especialidad’, el cual consigna que no puede ser juzgado por otro delito anterior al que causó la extradición; pero autoridades estadounidenses hicieron dejación de ese derecho, potestad que corresponde al país emisor.
El sarcasmo popular expresa en redes sociales que después de presentarse ante los medios con mucho ánimo, incluso en actividades festivas, al acercarse la posibilidad de juicios, aparecerán ‘múltiples enfermedades graves’ del acusado, quien ya recurrió antes a ese ardid para retrasar el proceso y buscar la prescripción por tiempo.
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