Afirmó que la tendencia a trabajar y estudiar desde la casa por el impacto de la Covid-19 provocó un ciclo de crecimiento explosivo de los semiconductores, lo cual ha ejercido una enorme presión sobre las cadenas de suministro mundiales, acotó.
‘Aunque la industria ha tomado medidas para hacer frente a las limitaciones a corto plazo, todavía podría llevar un par de años que el ecosistema se ocupe de la falta de capacidad de fundición, sustratos y componentes’, destacó Gelsinger.
El mayor productor de circuitos integrados del mundo, según su cifra de negocio anual, anunció en marzo un plan de 20 mil millones de dólares para ampliar su capacidad de fabricación de chips avanzados, lo que incluirá la construcción de dos fábricas en Arizona y la apertura de sus plantas a clientes externos.
Los semiconductores —elementos como silicio, selenio y otros que poseen propiedades para conducir la electricidad— tienen muchos usos en aplicaciones industriales, sobre todo en la fabricación de chips o circuitos integrados.
Datos de la consultora Gartner cifran los ingresos en 2020 del mercado mundial de semiconductores en 466 mil 237 millones de dólares, un 10,4 por ciento más que en 2019.
Según estudios de esta entidad, los tres primeros suministradores del mundo (Intel, Samsung y SK Hynix) controlan casi el 35 por ciento de las ventas globales.
Entre los fabricantes, dijo, las taiwanesas TSMC y UMS ocupan las primeras posiciones con un 58,8 y un 7,8 por ciento del mercado por ingresos, respectivamente.
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