En un comunicado, la CE amplió que las indicaciones aprobadas permitirán reducir los desechos marinos -calculados en unos 11 mil toneladas anuales-, así como promover la transición hacia una economía circular apoyada en materiales ‘innovadores y sostenibles’.
A partir de 2022 la normativa obligará al bloque comunitario a notificar los artes de pesca que contienen plástico comercializado y los recogidos en el mar, explicó el ejecutivo comunitario y amplió que pretenden incentivar el retorno a tierra de los avíos marinos y aplicar sistemas de responsabilidad ampliada del productor.
Además, sobre la base de esos datos los Estados miembros con aguas marinas tendrán que fijar, antes del 31 de diciembre de 2024, una tasa mínima anual de recogida de residuos de artes de pesca que contengan plástico para su reciclado.
De acuerdo con el eurocomisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, las 11 mil toneladas de plásticos descartados en el mar se suman a la pesca fantasma (artes de pesca desechados, perdidos o abandonados en el mar), lo cual genera ‘un impacto negativo’ en el medio ambiente y en la salud de las personas.
Según la evaluación de impacto de 2018, la pesca fantasma representa el 27 por ciento de la basura de las playas, y una proporción significativa de ella no se recoge para su tratamiento.
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