Para el ministro sueco de Defensa, Peter Hulqvist, son insatisfactorias las explicaciones de su similar danés, Trine Bramsen, y estadounidense, Lloyd Ostin, referidas al seguimiento hecho por la Agencia de Seguridad Nacional norteamericana (NSA).
Considero que por el momento carecemos de una información convincente, debemos continuar el proceso, por eso planifico nuevos contactos sobre ese tema, declaró el titular de Defensa a la agencia local TT.
No solo se hará con Dinamarca, sino también con Estados Unidos, aclaró el funcionario, citado por la televisión capitalina.
El espionaje desde 2012 a 2014 ejercido por la NSA, con cooperación de Dinamarca, incluyó a al menos 35 dirigentes políticos europeos, entre ellos de Suecia, Noruega, Alemania y Francia.
La víspera, el gobierno noruego entregó una nota de protesta al embajador estadounidense en este país por los referidos hechos de espionaje.
La NSA pactó en 2008 un acuerdo con el servicio de inteligencia de Dinamarca, conocido por sus siglas FE, para la cooperación en materia de empleo de instalaciones de ese país escandinavo con el fin de recoger datos. Entre 2012 y 2014, el FE ‘pinchó’ los cables de fibra óptica que pasan cerca de la costa danesa para seguir de cerca los intercambios telefónicos en Europa.
De acuerdo con el ministro noruego de Defensa, Frank Bakke-Jensen, es inaceptable e innecesario el espionaje entre aliados, en alusión a los países vigilados por Estados Unidos.
La primera ministra noruega, Erna Solberg, declaró ayer a la agencia NTB que la misión diplomática norteamericana descartó la posibilidad de una repetición del seguimiento después de 2014, aunque el escándalo explotó por un informe preparado en 2015.
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