Después de que en el Senado los republicanos impidieron crear una comisión para investigar el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero y todo lo que ello podía acarrear contra el partido rojo y el exmandatario Donald Trump, los demócratas no se quedaron tranquilos. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, afirmó que seguirá con una pesquisa independiente sobre los sucesos, y entre sus objetivos está la formación de un comité selecto centrado únicamente en la violencia de ese día, con énfasis en la responsabilidad de Trump, a quien se acusa de instigar la incursión.
Según el representante Jamie Raskin (demócrata), quien se desempeñó como principal fiscal en el segundo juicio político contra el exgobernante, la maniobra republicana en el Senado está encaminada ‘a encubrir la verdad sobre el ataque al Capitolio, que es un abuso de poder escandaloso’.
Expertos consideran que ello complicará todavía más otros puntos de la agenda de Biden, entre ellos un plan diseñado para ‘reconstruir y ampliarla inmigración legal’, sobre el cual informó esta semana el diario The New York Times.
Un borrador de 46 páginas obtenido por el periódico traza los propósitos de la administración demócrata en tal sentido, incluyendo la reversión metódica de los esfuerzos de Trump para desmantelarlo.
La idea de la Casa Blanca enfrenta un debate político dividido, pues en los últimos años sectores conservadores hacen estragos en la política hacia los inmigrantes, señaló el medio.
Aunque las encuestas muestran que la mayoría de los estadounidenses apoyan su aumento, muchos votantes republicanos respaldan con entusiasmo las políticas más restrictivasde la era Trump.
Por otra parte, la mansión ejecutiva defiende un proyecto de petróleo y gas propuesto por el expresidente en Alaska conocido como Willow, lo que provocó fuertes críticas de grupos conservacionistas que presionan para detener su desarrollo.
Las organizaciones ecologistas, que apoyaron a Biden en las elecciones de 2020,criticaron la decisión, al manifestar que es contradictoria con su promesa de frenar el cambio climático y la perforación.
También está en juego un plan de presupuesto nacional de seis billones de dólaresque,según analistas, es poco probable que progrese entre los republicanos, cuyo objetivo para los próximos años es reducir los recursos financieros del Gobierno.
(Tomado de Orbe)
















