‘Esa idea de que los estadounidenses son un faro para el mundo y no dejan que nadie compita económicamente es errónea’, indicó el fundador del Partido de los Trabajadores durante una entrevista concedida a RT News, citada por el portal Brasil 247.
Señaló que los norteamericanos ‘deberían saber que no queremos un sheriff o un tutor, queremos un socio. Queremos hermanos y hermanas’, remarcó.
Lula destacó la posición internacional de Brasil durante sus dos mandatos entre 2003 y 2010.
‘Demostramos que Brasil puede tener soberanía y protagonismo internacional, y que eso se puede conseguir sin necesidad de pedírselo a Estados Unidos’, apuntó.
Insistió en que no se requiere solicitar permiso a Washington ‘para ser dueños de nuestro propio patio trasero’.
Alertó que ‘el problema es que Brasil tiene una clase dirigente, una élite servil. No pueden hacer nada sin pedir permiso a Estados Unidos’, denunció.
Sobre el liderazgo del presidente Jair Bolsonaro, el exdirigente obrero señaló que su administración resulta desastrosa y ‘casi genocida’ por el número de muertos que se acerca a los 500 mil por la Covid-19.
‘(Bolsonaro) no definió los protocolos, no se reunió con los científicos ni con los gobernadores de los estados, no tomó las decisiones que cualquier gobierno democrático que cuida a las personas hubiera tomado’, recriminó.
Para Lula, parte del problema fueron las decisiones políticamente motivadas del gobierno de Bolsonaro de rechazar y difamar las vacunas contra la dolencia producidas en China y Rusia.
Afirmó que la política de salud pública no debe basarse en ideologías.
Acerca de su posible participación en la carrera comicial el próximo año, el exgobernante no lo confirmó y solo alegó que el control de Bolsonaro sobre el poder se reduce a medida que su apoyo público disminuye.
‘Estoy seguro que la democracia ganará las elecciones de 2022’, vaticinó.
Un reciente estudio realizado por el Instituto Datafolha muestra al exlíder sindical con holgura ante las urnas en el venidero calendario.
Lula, quien recuperó en marzo los derechos políticos tras ser anuladas todas sus condenas, tiene un 41 por ciento de las intenciones de voto en la primera vuelta, frente al 23 de Bolsonaro.
En una segunda ronda, el expresidente ganaría a su oponente por 55 a 32 por ciento, según la encuesta.
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