Una resolución, adoptada en una sesión plenaria de la Cámara Baja, califica el golpe de Estado de acto para pisotear los esfuerzos y las expectativas de democratización.
Esa instancia legislativa también exigió el cese inmediato de la violencia contra los civiles y se unió a los reclamos de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático de liberar a los prisioneros políticos y buscar un consenso nacional en Myanmar.
El pasado 1 de febrero, el Ejército de esa nación anunció que había ocupado el poder después de que las autoridades electorales rechazaran sus acusaciones de fraude en las elecciones de noviembre de 2020, donde ganó el partido de la ahora detenida Aung San Suu Kyi. mgt/nvo
















