Etiopía anunció el segundo llenado del embalse a partir del 22 de julio próximo, aunque, debido a retrasos constructivos en el corredor medio, reconocidos por el Gobierno, podrían acumular un volumen de agua inferior a los 13,5 mil millones previstos.
El Cairo y Jartum rechazan los planes de Addis Abeba por la ausencia de un acuerdo legal vinculante que regule el proceso.
Para Egipto el llenado unilateral de la GERD amenaza su cuota de agua del río Nilo, del que depende casi por completo el consumo humano, la agricultura y la industria del país.
En el caso de Sudán, si bien la represa etíope contribuiría a la disminución de las inundaciones en sus territorios y abarataría los costos de electricidad, podría también afectar los embalses locales y la seguridad de los ciudadanos en el Nilo Azul.
Ambos estados ribereños han advertido sobre medidas legales y tolerancia cero ante los movimientos unilaterales de Etiopía, los cuales consideran una violación del derecho internacional y un atentando contra la seguridad y la paz de la región.
En medio de las tensiones por el avance del megaproyecto etíope, los ejércitos de Sudán y Egipto realizaron ejercicios militares conjuntos denominados ‘Guardianes del Nilo’.
De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de la nación norafricana, en Jartum los ministros discuten, además, sobre el fortalecimiento de las relaciones bilaterales estratégicas y otros temas de interés común.
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