Según adelantó el gobierno británico, anfitrión de la reunión que comenzó el viernes en un hotel del condado inglés de Cornualles, los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido acordarán este domingo planes para financiar proyectos medioambientales en los países en vías de desarrollo.
El nuevo enfoque busca dar acceso a esas naciones a un financiamiento mayor y más expedito, mientras se acelera el cambio global hacia la energía renovable en infraestructuras vitales que van desde los ferrocarriles en África hasta los parques eólicos en Asia, afirmó el comunicado.
También se espera que las siete naciones más industrializadas del planeta se comprometan a reducir a la mitad para 2030 sus emisiones de gases contaminantes comparado con los niveles de 2010.
En la sesión final de la cumbre, primera que se desarrolla de forma presencial desde el inicio de la pandemia de Covid-19, intervino de forma virtual el reconocido naturalista británico David Attenborough, quien advirtió a los gobernantes del G7 sobre el calentamiento global y las desigualdades a la hora de combatirlo.
De acuerdo con el también presentador de documentales sobre el medioambiente, la pregunta a responder en 2021 es si esta situación está a punto de desestabilizar al planeta, porque de ser así, dijo, entonces las decisiones que tomemos en esta década, en particular, las decisiones tomadas por las naciones económicamente más avanzadas, son las más importantes en la historia de la humanidad.
Los grupos ambientalistas, que también se hicieron presente este fin de semana en Cornualles, 400 kilómetros al suroeste de Londres, para exigir al G7 respuestas más urgentes para enfrentar la emergencia climática que se avecina, no se dejaron impresionar por el anuncio del gobierno británico.
A pesar de la verborrea, se trata simplemente de viejas promesas recalentadas y condimentadas con hipocresía, en vez de acciones reales para detener el cambio climático y la emergencia medioambiental, afirmó la filial de Greenpeace en el Reino Unido.
Aunque el fuerte dispositivo policial alrededor del hotel Carbis Bay les impidió hacerse oír por los gobernantes del G7, miles de manifestantes ambientalistas recorrieron la víspera las calles de Falmouth, un pueblo costero ubicado a unos cinco kilómetros del lugar de la cumbre, para exigirles menos promesas y más acciones.
La reunión de los siete países industrializados concluirá este domingo con una declaración donde también se incluirá la promesa del bloque de donar al mundo subdesarrollado mil millones de dosis de vacunas contra la Covid-19 el año próximo.
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