Todo lo referido a la GERD (siglas en inglés), un proyecto de nuestro país, y al río Nilo, un recurso hídrico regional, debe ser asunto únicamente de los africanos, declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Dina Mufti.
Las cuestiones africanas competen a los estados del continente y ellos deben resolverlas, reiteró, y acusó a Egipto de internacionalizar el tema del embalse, a pesar de continuos reproches de las autoridades etíopes.
Más de 10 países pertenecen a la cuenca del Nilo, pero la Liga presenta a Egipto y Sudán como únicos propietarios, en clara manifestación de su injusta posición, subrayó en una conferencia de prensa.
El pacto colonial que ignoró a la mayoría de esos territorios no puede aplicarse ahora. Nadie aceptará un acuerdo tan sesgado, comentó.
Hemos declarado con firmeza que tenemos derecho a explotar el río y podemos utilizarlo de manera sostenible y justa, sin dañar a otras naciones, precisó Mufti.
El río, aseveró, también es muy importante para Etiopía porque ‘más del 60 por ciento de la población vive en la oscuridad y para impulsar el desarrollo es primordial crecer en el sector energético’.
Desde que comenzó a erigirse hace diez años, la presa provocó desencuentros principalmente entre Etiopía y Egipto, y aunque en 2014 iniciaron negociaciones junto con Sudán para determinar cómo explotarla, continúan sin resolver sus diferencias.
Egipto la considera una amenaza para su supervivencia. Sudán reconoce que abaratará la electricidad, pero teme perjuicios insalvables. Y Etiopía defiende que la utilizará para sacar de la pobreza a millones de ciudadanos y, además, promover el crecimiento en el denominado Cuerno Africano.
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