Con sede en la sureña ciudad de Menongue, el curso incluye en esta oportunidad a especialistas de las provincias de Huambo, Bié y Cuando Cubango, quienes reciben adiestramiento para al empleo de la aplicación digital eLocust3, concebida para mejorar el sistema de alerta temprana.
Un despacho de la agencia angoleña de prensa (Angop) precisó que la acción formativa, de carácter teórico y práctico, contempla a 25 alumnos, pertenecientes a distintas instituciones del sector agrícola.
Según el director de la oficina de Agricultura y Pesca en Cunado Cubango, António Pereira Vicente, enjambres del voraz insecto destruyeron dos mil 250 hectáreas de maíz, sorgo y otros cultivos en la provincia, lo que denota la importancia de la colaboración de la FAO.
Por su parte, el representante ministerial Gonçalves Rodrigues valoró el entrenamiento para la búsqueda de información confiable sobre el impacto de las plagas, mediante el uso de tecnologías innovadoras.
A escala internacional, la aplicación eLocust3 permite a los equipos sobre el terreno transmitir información desde zonas remotas a su centro nacional de lucha contra la langosta del desierto y a la sede de la FAO, en Roma, Italia.
De acuerdo con los expertos, los datos proporcionados por eLocust3 ofrecen al servicio de información de la FAO una amplia imagen de los lugares del planeta donde se encuentran dichos insectos, lo cual permite predecir sus pautas de vuelo y transmitir alertas tempranas a los países expuestos.
Anualmente, las plagas destruyen hasta un 40 por ciento de la producción global de cultivos, mientras las enfermedades de las plantas cuestan cada año a la economía mundial más de 220 mil millones de dólares, y los insectos invasores al menos 70 mil millones de dólares, advirtió un reciente estudio de la FAO.
El cambio climático, indicó la investigación, aumentará el riesgo de propagación de las plagas en los ecosistemas agrícolas y forestales, sobre todo en las regiones más frías del Ártico, las boreales, las templadas y las subtropicales.
En opinión de la FAO, la langosta del desierto es la plaga migratoria más destructiva del orbe, cuyas rutas y distribución geográfica podrían cambiar a causa de las variaciones climáticas extremas.
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