El gobernante y sus aliados tienen un plazo reducido para llevar adelante sus proyectos y, por tanto, las posibilidades de que se concreten una serie de grandes victorias legislativas que esperan obtener para lo que resta de este año, añade el texto firmado por los especialistas Mike Lillis y Scott Wong.
Los demócratas esperan tener éxito en varias de las principales metas políticas del mandatario, incluido un enorme paquete de infraestructura, nuevas protecciones para el derecho al voto con la denominada Ley para el Pueblo, entre otros programas.
Para complicar sus esfuerzos, persisten las divisiones internas tanto sobre temas medulares como la estrategia, cuando el partido azul necesita más la unidad, destaca el comentario de The Hill.
Según los especialistas, a medida que avanzan las negociaciones, los líderes demócratas están cada vez más atentos al reloj, cautelosos de que los republicanos traten de alargar las cosas para que la agenda de Biden ‘se hunda en el barro político de las luchas de mitad de período del próximo año’.
Entretanto, el calendario del Congreso para el verano apunta a los inminentes desafíos temporales de los demócratas, pues la Cámara de Representantes y el Senado estarán en sesión solo cuatro de las próximas seis semanas antes del largo receso de agosto, debido al próximo cese de labores por el 4 de julio.
Por tanto, a partir de hoy los miembros de la Cámara Baja estarán en Washington solo 16 días de trabajo legislativo durante ese período, y no regresarán hasta el 20 de septiembre.
Eso dejaría al Congreso con menos de dos semanas para evitar un cierre del Gobierno el 1 de octubre por falta de fondos, probablemente mediante la aprobación de una medida de financiación provisional a corto plazo conocida como resolución continua.
En este contexto, senadores republicanos bloquearon este martes la votación del proyecto de reforma electoral (Ley para el Pueblo) auspiciado por los demócratas que busca preservar el derecho al voto.
La propuesta no avanzó en la Cámara Alta porque en una primera votación hubo una división de 50-50, o sea, por debajo de los 60 votos necesarios para comenzar su análisis en el plenario.
El objetivo de ese proyecto, ya aprobado en la Cámara de Representantes, es proteger el derecho al sufragio y compensar las acciones desarrolladas en los últimos meses por el partido rojo en numerosos estados del país para restringir la asistencia a las urnas de determinados sectores de la sociedad.
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