Sin embargo, debido a que no se pudo confirmar que se robaron documentos internos, el incidente no fue denunciado a la Policía ni revelado al público, destacó la información publicada este viernes por el rotativo Asahi Shimbun.
El hackeo ocurrió en abril de 2020, poco después de que se tomara la decisión de posponer los Juegos Olímpicos de Tokio por un año debido a la pandemia de la Covid-19, que obligó a muchos miembros del personal del JOC a trabajar desde casa.
La acción de piratería provocó que esos empleados perdieran las conexiones a Internet, lo que imposibilitó el trabajo desde sus hogares y se detuvieron temporalmente las operaciones.
Los trabajos se reanudaron en aproximadamente un mes después de que se reemplazaran los aproximadamente 60 servidores de escritorio que usaba el personal.
Una investigación realizada por especialistas descubrió que se había utilizado ransomware para propagar un virus en el sistema informático de JOC.
Sin embargo, fuentes del Comité Olímpico Japonés dijeron que la organización no recibió ninguna demanda específica de rescate o una declaración de los piratas informáticos sobre el ataque.
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