Biden hablará en una instalación de transporte público en La Crosse, una ciudad en el oeste de dicha demarcación, y desde allí intentará ‘vender’ a la opinión pública un proyecto para invertir unos 48 mil 500 millones de dólares en transporte público, una de sus acciones que muchos piensan está destinada a los electores con vistas a los comicios de medio término de noviembre de 2022.
El gobernante dijo en una cena virtual de recaudación de fondos el lunes que el paquete de infraestructura crearía millones de empleos bien pagados y ayudaría a las empresas estadounidenses a competir en la economía global.
‘Estamos en una carrera por el siglo XXI, por quién tendrá la economía más fuerte, y el resto del mundo no está esperando, tenemos que movernos rápido’, dijo Biden en el evento organizado por el Comité Nacional Demócrata.
El jefe de la Casa Blanca también prometió continuar luchando por gastos adicionales que expandirían el cuidado infantil y la licencia pagada a más estadounidenses y ofrecerían dos años de colegio comunitario gratuito a quienes califiquen.
Biden, bajo una presión masiva de los republicanos, retiró el sábado una amenaza de no firmar el proyecto de ley bipartidista a menos que fuera acompañado de un paquete sobre lo que él llama ‘infraestructura humana’, incluida la atención domiciliaria ampliada para ancianos y discapacitados.
La secretaria de prensa, Jen Psaki, dijo ayer que la Casa Blanca se puso en contacto con los líderes demócratas sobre las dos medidas.
Sin embargo, aclaró que Biden no habló del tema con el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, quien quiere que los demócratas en el Congreso abandonen su plan de vincular ambas disposiciones.
Expertos señalaron a medios de prensa estadounidenses que esta situación pone en peligro el plan del mandatario sobre este tema.
Los demócratas insisten en aprobar un plan de infraestructura de dos vías: en una está el acuerdo bipartidista que costaría aproximadamente 1.2 billones de dólares en ocho años con más de 570 mil millones en nuevos gastos.
En el segundo carril los del partido azul incluyen un proyecto de ley de varios billones de dólares que los demócratas planean usar bajo el procedimiento de reconciliación, lo que les permite eludir el obstruccionismo legislativo republicano.
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