El grupo ‘discutió las iniciativas republicanas propuestas o aprobadas recientemente por las legislaturas en varios estados, la iniciativa pendiente en el Congreso y las acciones recientes tomadas por el Departamento de Justicia para proteger el acceso al sufragio’, precisó un comunicado de la mansión ejecutiva.
El presidente y sus asesores destacaron en ese encuentro anoche las formas en que la administración seguirá trabajando con el Capitolio para aprobar legislación crítica y aumentar el compromiso con el pueblo estadounidense sobre los derechos al voto’, señaló el texto, que no reveló quiénes asistieron a la reunión.
Algunos congresistas demócratas, como Jamaal Bowman, argumentaron que Biden no fue franco antes de la votación del Senado el 22 de junio sobre esta llamada Ley Para el Pueblo, la importante reforma electoral que no se logró aprobar al no obtener ni un solo sufragio republicano a favor.
La iniciativa tiene como fin proteger el derecho a acudir a las urnas, con el fin de compensar las acciones desarrolladas en los últimos meses por el partido rojo en numerosos estados del país para restringir el voto de amplios sectores de la sociedad.
La propuesta de gran alcance, de casi 900 páginas, es vista por los partidarios como el tema de los derechos civiles de la época, que es de máxima prioridad después de las elecciones de 2020.
Los republicanos están unidos en la oposición a esta medida, ya que ven el proyecto de ley como una extralimitación federal, y por tanto les niegan a los demócratas los 60 votos que serían necesarios para superar las maniobras obstruccionistas y comenzar el debate.
Entre otras cosas, la iniciativa establecería estándares nacionales de votación, cambiaría la composición de la Comisión Federal de Elecciones, revisaría el financiamiento de las campañas, establecería reglas sobre la redistribución de distritos electorales así como nuevas pautas éticas.
Biden habló de forma repetida sobre el tema del derecho al voto en los últimos meses, y advirtió que la democracia es atacada a medida que las legislaturas lideradas por el Partido Republicano promulgan leyes de votación que afectan sobre todo a las minorías y sectores de menores ingresos, quienes como tendencia favorecen a los demócratas.
Por otra parte, la vicepresidenta Kamala Harris está liderando los esfuerzos de la administración en esta campaña, aunque según el diario The Hill su trabajo hasta ahora está centrado principalmente en escuchar las opiniones de líderes comunitarios y funcionarios estatales.
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