Bajo la conducción de la ministra de Estado para el Área Social, Carolina Cerqueira, una comisión del Consejo de Ministros evaluó la víspera el plan de acción nacional y su respectivo presupuesto hasta 2025, informó este martes el diario Jornal de Angola.
Según la fuente, el documento contiene medidas efectivas, inmediatas e integradas, con miras a facilitar el trabajo de los diferentes organismos para asegurar el ejercicio práctico de los derechos de los menores.
El foro también consideró la propuesta de establecer una Comisión Multisectorial para la Prevención y la Erradicación del Trabajo Infantil, la cual responderá por la puesta en práctica y el control de las decisiones estatales en ese ámbito.
Al decir del presidente João Lourenço, el país muestra importantes avances en la estrategia de protección infantil, pero queda mucho por hacer en términos de empoderamiento de las familias.
La fuga de la paternidad y el embarazo precoz, la violencia doméstica, las agresiones sexuales, las prácticas oscurantistas, la explotación del trabajo infantil y otras situaciones negativas están en el origen de muchos de los problemas, reconoció el político el pasado 1 de junio.
De acuerdo con la agencia angoleña de prensa (Angop), la sequía en la región sureña incrementó la hambruna en las provincias de Namibe, Huila y Cunene, lo que favoreció la desintegración de familias y el vertiginoso aumento de la mano de obra infantil.
En Namibe, indicó el reporte, este fenómeno crece de forma alarmante e involucra a niños de entre seis y 14 años de edad, quienes abandonan sus hogares en busca de supervivencia.
Muchos prefieren faenar en granjas, pastar animales o arar campos agrícolas, pero la mayoría carece de equipos adecuados de protección como trajes, botas y guantes, abundó la nota.
Lo más difícil es el pastoreo: obliga a recorrer grandes distancias en búsqueda de hierba y agua para los animales y a controlar bien al ganado para que no se pierda, pues ‘de lo contrario somos castigados por los dueños’, relataron tres menores, Século Mbuta, João Canivete y Tomás Mwakopotola, entrevistados por Angop.
No obstante, la mayor parte de los niños y adolescentes respondió que es preferible trabajar a quedarse en la calle pidiendo limosna, muchas veces sin conseguir nada para comer.
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