Decenas de personas irrumpieron allí para acceder a sus depósitos en divisas, a los cuales, un decreto les impide tocar desde finales de 2019.
Un comunicado de la gerencia de la institución atacada explicó que los asaltantes pertenecen a una organización benéfica llamada Baneen con cuentas bancarias cerradas por ley.
El texto precisó que ante amenazas los empleados transfirieron dinero a Turquía.
Según el presidente de Baneen, Mohamed Baydoon, las operaciones se hicieron de manera tranquila, aunque no aclaró la razón del cierre de esas cuentas.
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