Un colapso libanés, advirtió, tendrá repercusiones en la estabilidad de la región.
‘Líbano y los libaneses están al borde del desastre’, dijo Diab, ante un plenario integrado por jefes de misiones diplomáticas en Beirut.
A pocos días de una explosión social, subrayó, hago un llamamiento al mundo para que salve al país.
Según el primer ministro interino, las repercusiones por la inestabilidad resonarían fuera de las fronteras libanesas, porque ninguno de los vecinos podrá aislarse de la debacle.
Con 1,5 millones de sirios y cientos de miles de palestinos acogidos como refugiados, añadió, será difícil predecir las consecuencias del colapso.
Las reformas estructurales y acabar con la corrupción son esenciales, precisó Diab, pero vincular ayuda a aquellas, solo derivará en la destrucción del país.
El hecho de relacionar ayuda a formación de un ejecutivo, apuntó, es una amenaza para la vida y la entidad de los libaneses, concluyó.
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