En declaraciones este jueves en la Casa Blanca, el mandatario insistió en que la presencia de los soldados del Pentágono no resolvería los problemas del país centroasiático, donde permanecieron por 20 años.
Para Biden ‘ahora depende de los afganos defender su país’ y manifestó que es posible evitar una toma del poder allí por parte del movimiento talibán, el cual intensifica sus acciones y ya controla casi 200 de los 407 distritos.
No obstante, descartó la probabilidad de que haya un gobierno unido en Afganistán que controle toda esa nación.
El gobernante norteamericano prometió que ‘el apoyo estadounidense al pueblo afgano perdurará’ y ratificó la intención de mantener una presencia diplomática allí, así como personal para asegurar el aeropuerto internacional.
La guerra de Afganistán, que comenzó en octubre de 2001, tras los ataques a las Torres Gemelas, en Nueva York, es la más larga de la historia de Estados Unidos y en ella perdieron la vida más de dos mil 300 soldados norteamericanos.
Aunque Washington considera que el conflicto bélico cumplió su objetivo de evitar ataques terroristas, en la práctica falló en la búsqueda de la estabilidad en ese país, donde persiste la inseguridad, estiman analistas.
Desde el punto de vista económico la contienda costó más de 2,26 billones de dólares, según un nuevo análisis de la Universidad de Brown, y provocó la muerte de más de 47 mil 240 civiles de ese país centroasiático, así como la pérdida de unos dos mil 400 soldados estadounidenses.
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