La Unesco planea expresar su pesar por el incumplimiento de Tokio de su promesa, y propondrá un equipo de monitoreo para conocer cómo Japón la puede implementar, informó este lunes el periódico Asahi Shimbun.
Tras la designación, en 2015, como Patrimonio Mundial de 23 sitios de la era Meiji, el Gobierno informó que establecería un centro de información para recordar a las víctimas, basándose en su reconocimiento de los coreanos que fueron obligados a trabajar en condiciones infrahumanas, durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Sin embargo, solo destacó los logros de la revolución industrial de Japón, sin mencionar los sufrimientos de las víctimas en esas instalaciones, incluida la famosa isla de Hashima, donde miles de personas laboraron duramente en las minas de carbón.
Desde entonces, Tokio se mantiene indiferente sobre cumplir las recomendaciones de la Unesco.
La entidad de Naciones Unidas envió, en junio, un equipo de monitorización conjunto, con un organismo asesor, para verificar la implementación por Japón, y el equipo dijo, en un informe, que no ha cumplido su promesa.
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