Los restos de la persona que sufrió el ataque del escualo se remontan a tres mil años, según el estudio del centro universitario, destacó este lunes el periódico Asahi Shimbun.
Este esqueleto de la víctima de Okayama figuraba entre los huesos de 80 personas descubiertos en 1919 en el montículo de proyectiles de Tsukumo en Kasaoka, en la citada prefectura.
Se cree que era un pescador, en cuyos restos se encontraron al menos 790 cicatrices, era un hombre de 35 a 45 años del período de la cultura de la cerámica de Jomon, y pereció a causa de las heridas.
Algunas características, como una lesión en forma de V, rasguños rectos paralelos y agujeros aparentemente hechos por dientes, mostraron que las heridas fatales fueron causadas por un tiburón, probablemente un gran blanco o tigre, no por otro humano, destacó el estudio.
Anteriormente, la evidencia física más temprana de un ataque de este tipo de pez se encontró en un esqueleto de mil años.
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