La Policía Nacional advirtió que los fugitivos, acusados de asesinato, tentativa de asesinato y robo, son peligrosos y están armados.
Se trata del exsenador por el departamento Oeste (capital) y conocido opositor de Moïse, John Joël Joseph, además del empresario Rodolphe Jaar, con presuntos vínculos con el expresidente Michel Martelly (2011-2016) y sentenciado por narcotráfico en 2003, así como el abogado Joseph Felix Badio.
La estatal Unidad de Lucha contra la Corrupción admitió que Badio estuvo bajo su servicio hasta el 21 de mayo último cuando fue despedido por ‘violaciones graves’, después de ocho años de trabajo en la entidad.
Hasta la fecha la policía arrestó a 20 de las 28 personas que presuntamente integraron el comando armado para ultimar al jefe de Estado, mientras cinco se dieron a la fuga y otros tres murieron en enfrentamientos con las autoridades.
El cuerpo policial también tiene bajo custodia a Christian Enmanuel Sanon, acusado de ser uno de los cabecillas del asesinato y la primera persona con la cual se comunicaron los arrestados cuando se bloqueó su camino de huída.
A Sanon lo vinculan con una empresa de seguridad basada en Estados Unidos, mediante la cual se contrataron los presuntos mercenarios, la mayoría de ellos de nacionalidad colombiana.
También las agencias al servicio del Gobierno de Estados Unidos como la Administración de Control de Drogas (DEA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI), reconocieron que algunos arrestados podrían ser antiguos informantes.
La DEA admitió que un detenido fue parte de su plantilla, aunque precisó que ya trabajaba para la entidad.
Por su parte, la Fiscalía entrevistó a puertas cerradas a los guardias encargados de la seguridad presidencial, que de acuerdo con medios de prensa, sumaban 21 en el momento del crimen.
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