Bill Nelson, representante de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), calificó al cambio climático como un desafío global que requiere acción inmediata, tras firmar una declaración conjunta de intenciones durante una reunión virtual realizada la víspera, precisó la publicación.
Nelson destacó que el acuerdo establecerá el estándar para la futura colaboración internacional, proporcionando la información esencial para abordar los desafíos, ‘y ayudando a responder y abordar las preguntas más urgentes de las ciencias de la Tierra en beneficio de Estados Unidos, Europa, y el mundo’.
La propuesta busca crear una asociación estratégica más global, incluida la cooperación en misiones y otras actividades de investigación, como el trabajo conjunto de las agencias para definir una misión que estudie el ciclo del agua y sucesor de la nave espacial de seguimiento Gravity Recovery and Climate Experiment actual.
Por otra parte, la NASA y ESA actualmente desarrollan estudios sobre las ciencias de la Tierra, entre ellos el Sentinel-6, un programa para volar dos satélites con el objetivo de continuar el récord de tres décadas de mediciones del nivel del mar.
Esa iniciativa, en la cual participan también la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense, la Comisión Europea, la Organización Europea para la Explotación de Satélites y el Centro Nacional de Estudios Espaciales (Francia), lanzó el primer satélite de ese tipo construido en Europa en noviembre de 2020.
Josef Aschbacher, director general de ESA, recordó el trabajo junto a la Unión Europea en el programa de observación de la Tierra Copernicus, que presenta una serie de satélites Sentinel como Sentinel-6.
‘Hemos estado cooperando muy bien durante más de una década’, comentó Aschbacher al citar el Sentinel-6 como ejemplo, pero que el nuevo acuerdo reforzaría la cooperación en las ciencias de la Tierra.
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