Busquemos un acuerdo legalmente vinculante que nos traiga prosperidad, seguridad y paz a todos, expresó anoche el mandatario durante el lanzamiento en esta capital de un programa para combatir la pobreza en el campo.
El Sisi estimó que Egipto y Sudán pueden alcanzar un pacto con Etiopía sobre sobre el llenado y funcionamiento de la Gran Presa del Renacimiento (GERD).
No obstante, advirtió que su país tiene el poder económico y militar para imponer su voluntad y defender sus intereses.
Tenemos varias opciones y las consideraremos de acuerdo con la situación y las circunstancias en el momento, recalcó. La tensión escaló este mes tras el anuncio de Addis Abeba del inicio de la segunda fase de llenado de la presa, una decisión cuestionada por El Cairo y Jartum, cuyos gobiernos reclaman que esa acción no debió comenzar sin un acuerdo entre las partes porque temen una caída sustancial de su acceso al agua del río.
La GERD, que producirá unos seis mil 450 megavatios, es una fuente de conflicto desde el inicio de su construcción hace una década.
Ofrecemos a nuestros hermanos en Sudán y Etiopía nuestra cooperación y experiencia en agricultura y energía con la condición de que no se toquen los derechos de agua de Egipto, enfatizó El Sisi.
Para esta nación, el llenado unilateral de la GERD amenaza su cuota de agua del Nilo, del que depende casi por completo el consumo humano, la agricultura y la industria nacional, en un territorio con más de 100 millones de habitantes.
Por su parte, las autoridades de Addis Abeba consideran la presa clave para abastecer de energía eléctrica a los más de 110 millones de habitantes de Etiopía e impulsar así el desarrollo socio-económico del Estado africano.
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