La crisis aumentará en la medida en que las carencias y escaseces aviven tensiones políticas y sociales, alertó.
‘Nuestra responsabilidad es grande, dijo, y necesitamos preservar la seguridad y estabilidad para prevenir el caos’.
Un anticipo ocurrió este viernes por choques violentos en la norteña ciudad de Trípoli entre manifestantes y soldados con un saldo de 15 heridos y vaticinan otros enfrentamientos de igual naturaleza ante el deterioro de las condiciones de vida.
Hay confianza en las Fuerzas Armadas libanesas, a las cuales la percepción popular ve como una de las pocas instituciones decentes y generadoras de unidad.
Con posterioridad a la guerra civil de 1975-1990, una distribución equitativa de cargos entre las principales sectas confesionales del país, ayudó a compensar diferencias clasistas y religiosas .
‘Confían en nosotros hacia lo interno y también la comunidad internacional’, destacó el general Aoun.
Sin embargo, los últimos tiempos tampoco resultaron favorables para los militares que acusan dificultades económicas y recurren a variantes a fin de proporcionar lo básico a sus familias.
El descontento ocurre por la devaluación de más de 100 por ciento de la moneda nacional que convirtió en nada los salarios de oficiales y soldados y muchos aceptaron trabajos adicionales o renunciaron.
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