En esa cita con las urnas a la que asistieron tres millones 143 mil electores -las más concurridas en la historia de esas lides en este país-, salieron como candidatos a la primera vuelta en los comicios presidenciales Babriel Boric, por la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, y Sebastián Sichel, dentro de Chile Vamos.
Como efecto inmediato, analistas advierten que por primera vez desde la salida de Augusto Pinochet del poder, los partidos más fuertes de la derecha, Renovación Nacional (RN) y Unión Demócrata Independiente (UDI), se quedaron sin candidato propio a una elección presidencial.
El veterano Joaquín Lavín, la propuesta de la UDI, quedó en segundo lugar dentro del bloque oficialista, pero lejos de los resultados alcanzados por Sichel, mientras que Mario Desbordes, de RN, se hundió estrepitosamente con un respaldo ínfimo.
En tanto, en Apruebo Dignidad, la derrota del comunista Daniel Jadue, a quien también los pronósticos daban como vencedor en el bloque de izquierda, resulta relativa, pues superó en votos al vencedor de la derecha, a pesar incluso del creciente despliegue mediático en su contra desde hace meses.
Pero Boric y Siches no son los únicos candidatos que lucharán por el sillón presidencial en noviembre, pues a las primarias del domingo no acudieron partidos tradicionales como la Democracia Cristiana, Socialista, Por la Democracia y Radical, ni el Republicano, de reciente creación y de extrema derecha.
La Democracia Cristiana pudiera llevar su carta presidencial con la presidenta del Senado, Yasna Provoste, figura respetada en amplios sectores, pero muchos aseguran que el tiempo conspira y esa formación centrista está cada vez más contra las cuerdas y requiere una definición ya.
En tanto, el Partido Socialista (PS) y el Radical (PR) tienen sus propios candidatos, Paula Narváez y Carlos Maldonado.
No obstante, dado el pobre respaldo a Narváez analistas consideran que el PS está en la disyuntiva de darle su apoyo a Boric o competir en una primaria de las fuerzas de la socialdemocracia donde Provoste llevaría las de ganar, y algo parecido ocurre con Maldonado, del PR.
En cuanto al Partido Republicano, se da por seguro en amplios medios políticos que tras el descalabro de las formaciones tradicionales de la derecha, lanzará con mayor celeridad la candidatura de José Antonio Kast, apoyado por las capas más conservadoras de la sociedad chilena, lo cual a la larga pudiera restar fuerzas a Sichel.
No se descarta tampoco que desde la izquierda irrumpa en la lid un candidato impulsado por la denominada Lista del Pueblo, integrada por nombres que emergieron de la población durante la revuelta popular que se desató el 18 de octubre de 2019, y que ya anunció su interés en presentarse a las presidenciales.
Todo ello augura un ajetreo político en todos los ambientes políticos y sociales en lo inmediato y que deberá hacerse cada vez más agudo a medida que se acercan las elecciones presidenciales, las cuales, coinciden todos, serán decisivas para un cambio de rumbo en Chile.
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