La violencia abierta de las pandillas por el control del territorio obligó a casi 15 mil personas a abandonar sus viviendas en la salida sur de la capital, y de ellas unas mil 200 se refugiaron en el polideportivo de Carrefour.
Pierre señaló a la plataforma digital Van Bef Info que ya se desembolsaron cuatro millones de gourdes (poco menos de 40 mil dólares), para atender las necesidades urgentes de los desplazados.
El funcionario pidió al recién instalado primer ministro Ariel Henry reubicar de manera permanente a las personas afectadas y agradeció el apoyo de algunas iglesias, organizaciones no gubernamentales y el Fondo de Asistencia Económica y Social para su atención.
La semana pasada la estatal Oficina de Protección del Ciudadano (OPC) recordó al Gobierno la urgencia de atender a estos ciudadanos, muchos de los cuales sobreviven en condiciones ‘inhumanas’, lamentó.
‘Esta situación de inseguridad permanente en la zona ha provocado y sigue provocando numerosas violaciones del derecho a la vida, especialmente entre los grupos sociales vulnerables’, advirtió entones la institución que promueve los derechos humanos.
La OPC alertó que el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio ralentizó las ayudas a los desplazados y recomendó a las autoridades intensificar sus acciones para garantizar a las familias desplazadas el acceso a las necesidades primarias y urgentes, en particular la alimentación, atención sanitaria y el agua.
Desde el 1 de junio la mortal guerra abierta entre las bandas dejó casi un centenar de muertos en Puerto Príncipe, de acuerdo con organizaciones de derechos humanos.
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