La decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sobre Varosha eleva las tensiones y pone en peligro las conversaciones para un futuro acuerdo entre ambos estados, señaló Michel a través de un mensaje en Twitter.
Sus palabras aluden a la reapertura de ese distrito de la localidad de Famagusta, territorio chipriota ocupado donde existe un gobierno autónomo solo reconocido por Ankara.
La solución de dos Estados es terreno vedado y es esencial respetar las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, señaló Michel en otro mensaje.
De su lado el presidente de la isla mediterránea, Nicos Anastasiades, visitará Atenas el próximo martes para recabar apoyo de su aliado, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
Días atrás el ejecutivo heleno solicitó la intervención de la comunidad internacional para dirimir el diferendo sobre la zona norte del territorio insular.
El objetivo de las acciones de Turquía es promover la creación de dos estados, declaró la víspera el ministro de Relaciones Exteriores de Chipre, Nikos Christodoulides, según el diario local Fileléftheros.
Los próximos días serán cruciales, aseveró el canciller quien agradecido a su homólogo griego, Nikos Dendias, la ayuda ofrecida tras una reunión en Nicosia.
Grecia condenó las acciones de Turquía y acusó a Ankara de violar el Derecho Internacional, lo que constituye un espaldarazo a la isla mediterránea.
Está claro que las provocaciones tienen como objetivo promover otra solución al problema de Chipre, algo que no se puede aceptar.
La isla está dividida en dos desde 1974 cuando el Ejército turco ocupó la parte norte del territorio tras un golpe de Estado instigado por la junta militar en el poder en Grecia.
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