‘Tengo que tener un partido político. No sé si voy a disputar las elecciones del año que viene; seguramente me presente, no lo puedo garantizar’, afirmó el exmilitar durante una entrevista concedida a Radio Mundial, del estado de Bahía (noreste).
Bolsonaro sigue sin integrarse a una organización política tras desligarse del Partido Social Liberal (PSL), que lo llevó al poder en las elecciones del 2018, y ahora rumorea que se sumaría al Progresista (PP), al cual perteneció durante 20 años cuando era diputado federal.
La pasada semana el excapitán del Ejército también comentó desconocer si sería candidato, durante una entrevista con la emisora Jovem Pan del municipio Itapetininga, estado de Sao Paulo.
Anteriormente, ante seguidores expresó evasivas a la intención de convertirse en pretendiente con el actual sistema de voto electrónico.
El 1 de julio aseguró que, si pierde ante las urnas, solo entregará la banda presidencial si el candidato elegido ganó de ‘forma limpia’, en otra referencia a la papeleta impresa.
Bolsonaro cuestiona la fiabilidad del sistema de voto electrónico, que se usa en Brasil sin problemas desde hace décadas y que le dio la victoria en el sufragio de 2018.
Ahora quiere cambiarlo por el voto impreso y amenaza con no aceptar una eventual derrota electoral con el actual mecanismo.
Una nueva encuesta de intención de voto reveló el 7 de julio que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva supera a Bolsonaro en todos los escenarios para la votación del próximo año.
Resultado de una asociación entre la empresa Genial Inversiones y la consultora Quaest Consultoría e Investigaciones, los datos del sondeo revelaron que Lula exhibe una preferencia de 43 a 45 por ciento de los encuestados, contra 28 a 29 para el gobernante.
La impopularidad de Bolsonaro coincidió con el avance de los trabajos de una comisión del Senado que investiga la gestión gubernamental ante la Covid-19.
De igual manera por la llegada de una segunda ola de la enfermedad que cobró más de 550 mil muertes.
La preferencia del voto hacia Lula se fortaleció desde que recuperó sus derechos políticos en marzo, luego de que un juez del Supremo Tribunal Federal anulara todas sus condenas.
oda/ocs