Divulgada por el Instituto Paraná Pesquisas, la encuesta indica que el fundador del Partido de los Trabajadores creció un 3,1 por ciento respecto al último muestreo de la empresa, mientras que Bolsonaro cayó un 1,8.
Otro 15 por ciento declaró que no votaría por ninguno o elegiría las opciones blanco/nulo. Un 3,4 por ciento no sabe a quién votará o no contestó.
Contratada por el Partido Social Liberal, el sondeo puso a prueba el nombre del presentador televisivo y radial José Luiz Datena en una posible disputa electoral y quedó en tercer lugar.
Tal investigación entrevistó a dos mil 10 personas entre el 24 y el 28 de julio en 26 estados y el Distrito Federal. El margen de error es de dos puntos porcentuales.
También la víspera un examen divulgado por el banco Modalmais y el Instituto Futura Inteligencia mostró que el exdirigente obrero lidera las intenciones de voto en primera y segunda vuelta, en todos los escenarios si el sufregio fuera el 28 de julio.
En el contexto de la encuesta estimulada que reunió al mayor número de candidatos presidenciales, 13 en total, Lula tiene ventaja sobre Bolsonaro: 33,8 por ciento contra 25,2.
Después aparecen en la secuencia el político Ciro Gomes con el 6,6 por ciento y el exjuez y exministro de Justicia Sérgio Moro (6,3). Bajo este panorama, los votos en blancos son el 7,9 por ciento y los indecisos un 4,5.
En otros escenarios con menos candidatos, cuatro en total, que llevarían a una concentración de votos, la ventaja de Lula crece de 8,6 puntos porcentuales a entre 12,1 y 12,7.
Por su lado en el sondeo espontáneo, el exlíder sindical tiene un 30,1 por ciento y Bolsonaro un 24. Los indecisos son un 25,4 por ciento y papeletas en blanco (9,8).
Asimismo, en las intenciones de voto para la segunda vuelta, Lula también vencería a todos los demás abanderados. Frente a Bolsonaro, tendría el 51,3 por ciento y el exmilitar un 32,9.
Entre los candidatos, Bolsonaro alcanzó el mayor índice de rechazo. De los entrevistados, un 49,1 por ciento, que solo podía señalar a un candidato, opinó que no elegiría en absoluto al actual gobernante y un 26,3 señaló a Lula.
La impopularidad del excapitán del Ejército coincidió con el avance de los trabajos de una comisión del Senado que investiga la gestión gubernamental ante la Covid-19.
De igual manera por la llegada de una segunda ola de la enfermedad que cobró más de 550 mil muertes.
La intención de voto de Lula se fortaleció desde que recuperó sus derechos políticos en marzo tras un juez del Supremo Tribunal Federal anulara todas sus condenas.
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