En el heat número cinco la boricua lució fuerte desde la salida, con buen ritmo entre obstáculos, y cruzó la línea de meta sin demasiada premura, empero, paró los relojes en 12.41 segundos, una barbaridad de marca tratándose de una ronda carente de excesiva trascendencia para alguien de su nivel.
No me presioné. Sentí que era una carrera como otra cualquiera y todo fluyó normal, expuso Camacho-Quinn durante su paso por la zona mixta del Estadio Olímpico, cuyas gradas vacías hace florecer la nostalgia.
Nacida en la ciudad de North Charleston, en Carolina del Sur, Estados Unidos, la atleta representa a Puerto Rico, habla muy poco el idioma español (sus declaraciones fueron en inglés) y también entrena en el país norteño.
Ahora toca descansar y alistarse para la carrera semifinal. No paramos hasta la gran final, agregó la dueña del resultado más rápido en 2021, con 12.32 segundos, y candidata a la medalla de oro.
Actualmente sus principales rivales son la plusmarquista universal Kendra Harrison (12.47), Christina Clemons (12.51) y Gabriele Cunningham (12.53), todas estadounidenses, además de la nigeriana Tobi Amusan (12.48) y la británica Cindy Sember (12.53).
Desde su irrupción en 2019, Camacho-Quinn es una de las mejores corredoras del orbe, de ahí que sea la apuesta más segura de la isla caribeña en el atletismo, que solo posee el bronce del vallista largo Javier Culson en Londres 2012.
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