El Sector Democrático y Popular, que impulsó masivas protestas en 2019, rechazó unirse a la Comisión para la Búsqueda de una Solución Haitiana a la Crisis, una de las más adelantadas en la creación de un consenso.
‘Les dijimos muy claramente que el país no necesita una propuesta de salida de la crisis por añadidura’, informó al diario Le Nouvelliste el abogado y portavoz André Michel.
La plataforma centrista, que reúne a varios partidos y organizaciones de la sociedad civil, estuvo detrás de la autoproclamación del juez de Casación Joseph Menece como presidente provisional en febrero pasado, cuando las estructuras argumentaron que el mandato constitucional del presidente asesinado había concluido.
Mientras, la Comisión con una base más amplia de partidos y organizaciones sociales acordó la vuelta al orden constitucional de 1987, tras la dictadura de François y Jean Claude Duvalier (1957-1986), además del establecimiento de un ejecutivo con un presidente y un primer ministro y la formación de un Consejo Nacional de Transición (CNT).
Otros como los firmantes del Protocolo de Acuerdo Nacional proponen al jefe de Gobierno iniciar un diálogo político para adoptar una agenda consensuada a ‘la espera de la investidura del presidente provisional’.
Sus signatarios, entre los que figuran los partidos Haití en Acción, Unidad y Fusión de los Socialdemócratas, nombraron a inicios de julio al presidente del Senado, Joseph Lambert, como jefe de Estado transitorio hasta la celebración de elecciones.
Mientras las fuerzas políticas continúan buscando consenso, el neurocirujano Ariel Henry, que juró como primer ministro la semana pasada, se reunió con varios empresarios y religiosos, como parte del diálogo nacional para estabilizar el país.
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