De acuerdo con el estudio, el año pasado las ventas de prendas de vestir vietnamitas ascendieron a 29 mil millones de dólares, un aumento interanual del 6,4 por ciento.
La OMC resaltó que en la última década la participación de la nación indochina en el mercado mundial de exportación de ropa se disparó y al cabo terminó por superar a la de Bangladesh, cuyos embarques decrecieron 6,8 por ciento en 2020.
Duramente golpeada por la Covid-19, la producción de confecciones textiles en Bangladesh disminuyó drásticamente porque la pandemia forzó al cierre de fábricas al cancelar pedidos o retrasar pagos muchas marcas occidentales.
Vietnam, por el contrario, amplió la producción y la diversificó en el segmento de prendas de vestir y accesorios de precios medio y alto, gracias a su buen manejo de la situación epidemiológica y la modernización de la cadena productiva.
Otros factores a su favor fueron la estabilidad de la moneda nacional con respecto al dólar estadounidense, la activación del tratado de libre comercio con la Unión Europea y la reducción de las operaciones de muchas empresas globales en China y las mudaron a tierras vietnamitas.
La OMC, por otra parte, destacó que en Vietnam hay mayor estabilidad política y social que en sus competidores del sector como Bangladesh e India, y sus ciudadanos tienen un mayor acceso a la educación y la atención médica.
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