Esos integristas junto con sus familias se presentaron ante las autoridades castrenses en el nororiental estado de Borno.
Los insurgentes también entregaron armas y explosivos, y les acompañaban 19 mujeres y 49 niños procedentes de la aldea de Njimia, precisó en un comunicado el portavoz del Ejército, coronel Onyema Nwachukwu.
Según Nwachukwu, los extremistas se rindieron después de que las fuerzas armadas bombardearon el lunes su escondite en los límites del bosque de Sambisa, donde se asienta Boko Haram.
‘Los terroristas y sus familias están siendo sometidos a una exhaustiva investigación preliminar y elaboración de perfiles de seguridad, mientras a los niños se les ha administrado la vacuna oral contra la poliomielitis’, amplió el vocero militar.
Más de 35 mil personas murieron y poco más de dos millones resultaron desplazadas por la campaña de violencia desatada por la secta integrista desde 2009, centrada principalmente en el nordeste nigeriano, pero que alcanza los demás Estados de la cuenca del lago Chad.
Especialistas opinan que el futuro de la secta es incierto tras la reciente muerte de su jefe, Abubakar Shekau, así como la dudosa aceptación –o sucesión- en el mando terrorista de Abu Musab Al Barnawi, jefe de la escisión rival Iswap.
oda/mt