A los 37 años, buena parte de ellos en la elite mundial de la disciplina, Ibargüen tomó la decisión de acogerse al retiro, pero deja una estela de triunfos invaluables para su país, que este propio jueves celebró la presea de plata olímpica de Anthony Zambrano en los 400 metros planos para hombres.
De hecho, en la conferencia de prensa recién concluida su prueba, Zambrano tuvo palabras de elogios para su compatriota: ‘Es una guerrera, leyenda del deporte. Si decide dejar de competir, es porque no puede más y quiere hacer otras cosas en la vida’.
Subtitular en Londres 2012, monarca en Río de Janeiro 2016 y dueña de cinco metales en justas del orbe, la cafetera ocupó la décima plaza en el concurso de la ciudad nipona, con un mejor brinco de 14.25, bastante lejos de su marca personal (15.31).
‘Estoy muy feliz con las oportunidades que la vida me ha brindado y por haber sido capaz de demostrar que los sueños pueden cumplirse. Ahora termina un capítulo, pero la gran historia continúa’, dijo al anunciar su despedida.
Sobre su presentación el pasado 1 de agosto, la sudamericana apuntó: ‘Tengo las mejores sensaciones. Di lo mejor de mí. Siempre he dicho que no importa el resultado, lo importante es salir contento con lo que uno ha hecho’.
Al parecer, opciones laborales no faltarán y ya solicitan su sapiencia en el Ministerio del Deporte colombiano. ‘Te invito para que trabajemos juntos por el deporte de Colombia’, escribió en su cuenta de Twitter Guillermo Herrera, titular de esa cartera.
Sin dudas, Ibargüen constituye una de las mejores atletas latinoamericanas de la historia y su legado está muy bien defendido por la venezolana Yulimar Rojas, flamante reina en Tokio 2020 y recién proclamada recordista del orbe en la modalidad (15.67).
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